viernes, 12 de septiembre de 2008

La primera semana

Llevo más de dos semanas incorporado al trabajo y, aunque parezca mentira, se me han hecho largas. También porque resulta un tanto estresante marcarte tu mismo unos límites ferreos y, además, estar siempre pendiente de que las reacciones de tu cuerpo sean correctas. Han sido días de asumir carencias temporales y de aprender nuevas costumbres. En otro momento cualquiera, las situaciones que hemos vivido en estos cinco primeros programas no se hubieran dado. Allí donde estábamos antes, todo nos hacía perder el interés y las ganas. Pero, por suerte, nuestro nuevo hogar laboral parece que aporta a todos y cada uno de los que hacen posible la magia de la televisión, el empujoncito moral que necesitaban... tan sólo espero que sea una filosofía y no una cortina de humo.

Esta primera semana de programa me ha demostrado que en muchos aspectos aún no estoy al nivel que yo mismo me exijo. Ando muy despistado y todavía no le he cogido el punto a mi acelerador personal. Me irrita cometer fallos de principiante y obligar a mis compañeros a estarme salvando el culo infinidad de veces... si el bueno de Óscar no estuviese de vacaciones ya me lo hubiera echado en cara con ese cariño socarrón que destila! De todas formas, no desespero. Demasiadas son las cosas nuevas y, sobre todo, hay un corazón remendado que aún no me atrevo a poner a todo gas.

Pero no todo son cuestiones laborales. Hay una alegría muy grande, la de contar con una nueva personita en la familia de la tele. Gilberto y Carol le han dado un hermanito a Hugo: Carlota Isande nacía el miércoles por la mañana y ya se ha convertido en toda una estrella. Felicidades, amigo!

1 comentario:

Fogones en el faro de lava dijo...

Gracias, muchas gracias, amigo. Carlota nos ha hecho muy felices.
Gilbert